Lo que estamos viviendo actualmente, de una pandemia mundial debido al COVID-19, está siendo difícil para todos. Lamentablemente, los infectados y las muertes han llegado a niveles inimaginables. Seguramente, si eres corredor y te da COVID-19 quieres saber este tema cómo te impacta.
Por donde debemos comenzar es sabiendo que, si somos deportistas, no estamos fuera de riesgo ante el virus, ni antes, ni durante, ni después de la enfermedad. Al ser deportistas, no tenemos menor probabilidad de contagiarnos, ni de estar fuera de peligro. ¡Debes seguir tomando todas las medidas de prevención que aconsejan los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud!
Estudios recientes.
Ahora, aclarando esto, vamos a lo que nos interesa. Un reciente estudio encontró que la probabilidad de ser hospitalizado es inversamente proporcionar a a la capacidad aeróbica. Es decir, que si somos deportistas, y nos llegamos a contagiar con el COVID-19, tenemos una probabilidad menor de terminar hospitalizados mientras tengamos el virus.
Esto es excelente, entre mayor sea tu rendimiento, deportivamente hablando (específicamente en tu capacidad máxima de oxígeno), la probabilidad de pasar por un hospital en esta época será menor. ¡Buenísimo! pero como siempre, no todo es felicidad. Librarnos de pasar por un hospital, no quiere decir que no pueda haber efectos secundarios en nuestra salud al contraer el virus, y que estos puedan afectar nuestro regreso al deporte.
Una de las secuelas que deja este virus es la miocarditis, una inflamación del corazón que agranda y debilita el corazón. Esto es un tema delicado, ya que para regresar a hacer deporte, nuestro corazón debe estar sano y fuerte. En un estudio, de más de 2 docenas de atletas contagiados con COVID-19, el 30% de los atletas presentaron un daño a nivel celular en el corazón, y el 15% mostró signos de miocarditis.
Mientras tengamos daños en nuestro corazón, a si sea a nivel celular, lo más recomendable es no hacer ejercicio. Cualquier tipo de entrenamiento deportivo se centra en la asimilación de la carga fisiológica, para ello el corazón cumple una función vital. Si nuestro corazón no está saludable, la asimilación de entrenamiento no se va a dar de forma correcta. Estarás entrenando sin ningún sentido, y podrías estar poniendo en riesgo tu salud.
Debido a esto, ya existe un protocolo para regresar a correr de forma saludable después de haber estado contagiado con COVID-19. No importa si has sido asintomático, o si ya te sientes recuperado, sigue este protocolo para que tu regreso a correr sea el correcto.
Este es el resumen del protocolo:
- Etapa 1: 10 días de descanso como mínimo después de que hayas superado el virus. Puedes caminar o hacer actividades muy suaves.
- Etapa 2: 2 días de actividades suaves, no superiores a 15 minutos de duración, donde no se supere el 70% de frecuencia cardíaca máxima.
- Etapa 3A: 1 día de entrenamiento, no superior a los 30 minutos, donde no superes el 80% de tu frecuencia cardíaca máxima.
- Etapa 3B: 1 día de entrenamiento, no superior a los 45 minutos, donde no superes el 80% de tu frecuencia cardíaca máxima.
- Etapa 4: 2 días de entrenamiento, no superior a 60 minutos, donde no superes el 80% de tu frecuencia cardíaca máxima.
- Etapa 5: 1 día de retomar tu entrenamiento convencional o plan de entrenamiento.
- Etapa 6: Puedes regresar a las competencias, si así lo deseas.
Si no tienes monitor cardíaco, puedes usar una escala de esfuerzo de 1 a 10 a partir de tus sensaciones, donde el 70% de la frecuencia cardíaca máxima corresponde a 7/10, y el 80% corresponde a 8/10 de la misma.
Con esto, ya vas a poder retomar tu actividad física sin poner en riesgo tu salud, por si llegaste haber tenido COVID-19. Igual, recuerda que si te llegas a contagiar, lo más importante es seguir las ordenes médicas.
